Estío olvidadizo
ya no te reclamo
no quiero de tus dichas.
A ti tarde desierta
me avengo diligente
en tu abierto hastío.
Esperame septiembre
inundame de desvelo
dejame caer en tu celo
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Al igual que la muerte la poesía es un acto tan personalísimo que solo comparecerá ante la suya uno mismo.
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