Al fin y al cabo no te conozco
ni me estremezco anímicamente
tras dividirte en las distancia
monótona de las ciudades.
Atisbo a ver como tu esencia
no tiene charco donde mojarse
ni fuente con que saciarse,
tan solo te veo a ti, letárgica
ante extremos que te rodean.
te ofreces así, lúcida y postrera
de continente en continente
aislada de universales rarezas.
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1 comentario:
buscando mi blog en google encontré este con el nombre parecido, y parece te gusta escribir como a mi.
gratos e inminentes textos.
un abrazo.
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