Estamos aquí de visita
como paloma encaramada
en el alféizar de una ventana
o el amor que aparece subrepticio
y desnudo en cada adolescendia.
Y no hay transición más fugaz
que la premura de tu hálito
siempre anidando en mi espalda
que se extiende tan impertinente
hasta erizar cada mañana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario