jueves, 25 de diciembre de 2008

Colmena que estallas en mi pecho
enseñame al mundo desnudo:
deshazte de mis vestiduras,
aíslame de la levedad de la lana
y muestra mis afilados colmillos.

Yo, que soy hijo de la naturaleza.

Yo, que solo como por hambre.
carnavalescos faisanes;
se escondían entre las terrazas
los arcos y monasterios.
Rehuian del frio y del fiel abrazo,
como los besos funanbulistas
tan poco fanáticos del deseo.