Arranca el nailon de tu cuerpo
desprovístete de labios vastos,
rasga tus sábanas de cilantro;
no mantegas intución estéril.
Desdeña el sepelio adinerado
las sombras y vidas postizas.
Muestrate, límpida y pura.
Y atavíate solo así, como Walt,
con cada hoja de la naturaleza.
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